Del despecho a la alegría - Blog de Gino González

martes, 25 de agosto de 2009

Hacia una ofensiva de la canción revolucionaria

Estas son unas ideas que surgieron de conversaciones con nuestro inolvidable camarada fallecido Eduardo Ramírez, y que yo he retomado para esta propuesta que invito a leer, criticar y asumir en colectivo

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Este es el planteamiento de un conjunto de revolucionarios o de aspirantes a ser revolucionarios en el entendido, parafraseando al Che, de que esa constituye la máxima sensibilidad del ser humano la cual no es fácil adquirirla dentro del repugnante laberinto en que nos ha sumido el capitalismo. Nos hemos reunido en torno a una trinchera común que forma parte de la máxima trinchera que como pueblo asumimos para el parto definitivo y permanente de la revolución.

Esta trinchera que parte de esa trinchera mayor, la hemos nombrado canción puesto que de esa denominación partimos en este escrito. Pero no sólo es la canción: es la cultura en general. Una revolución debe plantearse un comportamiento como respuesta al beso que ofrenda ese amor. El arte se manifiesta tanto en el arquitecto y en el albañil del pueblo que han diseñado y construido casas entre la maraña y lo intrincado de los cerros de Caracas, hasta en el virtuoso que exprime una guitarra hasta el límite del oasis imaginado en el desierto. Todo absolutamente todo debe ser dialécticamente perturbado por la revolución porque nuestra tarea consiste en destruir el capitalismo. Vamos arroparnos hasta donde nos alcance la cobija, no pretendamos, en el inmediatismo, instaurar al socialismo de una vez. El socialismo aun sigue siendo sueño, idea, concepto….no será verdad hasta tanto no se conforme una cultura que lo sustente. Es la realidad, pero no lo definitivo, paso a paso andamos en el camino, pero no nos perdamos hacia el escalón siguiente creyendo que paulatinamente como lógica y tranquila consecuencia el socialismo llegará. La revolución es una fractura histórica quieras o no. Lo comprendes o simplemente te recordaran como un gobierno “progresista” que no pasó más de allí.

El disparo revolucionario en el asunto cultural nada tiene que ver con la tradición, al menos que ella nos sirva como resistencia en el combate. Y muchísimo menos nos conviene tomar fragmentos de la cultura burguesa en la cachaza mental de hipnóticas esperanzas signadas por el maltrato de nuestra condición de clase explotada que sólo reproduce nuestros complejos de pobres. Un proyecto cultural para el país es el proyecto revolucionario mismo. Estamos librando una batalla tenaz por el socialismo y uno de los obstáculos ideológicos fuertes lo constituye la alienación capitalista. Un movimiento de cantores, o mejor dicho, la canción revolucionaria precisa ser cultivada eficazmente como trinchera de lucha. Convencidos de que en este proceso nos jugamos la vida de la patria, la canción revolucionaria constituye una trinchera importante y no podemos permitir su naufragio.

La Canción que Alí Primera denominó necesaria es un recurso muy importante para la organización y la lucha contra la alienación capitalista, la desinformacíón y la transculturización. Contribuye más allá de la consigna y la propaganda, a la formación política y a la sensibilización del pueblo. Es una tarea militante dentro de las que les corresponden a los amorosos, la cual cumplimos con la alegría de los juntos en la misma querencia a pesar de los dolores. Para que la canción vaya más allá de la consigna debe desenmascarar al capitalismo, por tanto debe tener una concepción revolucionaria de la vida y en esa perspectiva abordar toda la cultura: la historia, la producción, la salud, la literatura, la comunicación, la vivienda, la alimentación, el consumo, el amor, el espacio, la organización social, la muerte, la fiesta, la canción misma…todos los factores culturales que en el capitalismo tienen una expresión concreta y que nosotros no podemos reproducir si la revolución es verdadera. Combatir la enorme fuerza de la costumbre no es fácil, pero esa es la tarea. Vamos arrancando espinas y así para los que vengan detrás el camino será menos espinoso. A nosotros nos tocó el espinero, ellos también encontraran espinas, pero soñamos con que sean menos.

· La canción revolucionaria debe ser masiva. Recordemos las experiencias en el continente donde la canción ha jugado un papel importantísimo en la lucha. A estas alturas, ya contando con medios de comunicación masivos de radio y televisión, la programación sigue siendo sustantivamente alienante. La música en la mayoría de las radios del país, alternativas o no, contribuye a la alienación capitalista. Argumentos como el de que “eso es lo que le gusta a la gente” es un irrespeto al pueblo. En el país no suenan ni siquiera agrupaciones como El Grupo Ahora, Los Guaraguaos y cantores como El Gordo Paez, entre tantos que tienen una trayectoria de años de lucha junto a Alí Primera. Mucho menos los nuevos cantores, muchas agrupaciones y cantadores sólo participan en contados eventos aislados que no contribuyen rotundamente a la fractura de la tendencia alienante del gusto propulsada por el mercado del disco y la manipulación ideológica. Otros, dentro de la dinámica del estado y en el marco de la cotidiana guerra mediática y electoral, ofrecen su creatividad y sus destrezas exclusivamente para eso, obviando la tarea fundamental del canto revolucionario, la cual consiste en la extirpación definitiva del sistema capitalista. De allí que la discusión, investigación y acción debe ser constante para desenmascarar al capitalismo y su cultura.

· La canción en conjunto con las diversas áreas de la cultura debe ser enfocada hacia el cambio, hacia la conformación de una nueva sociedad que implica una nueva cultura. Es decir, encontrarnos como pueblo, construirnos como pueblo, exaltando nuestros valores colectivos, desentrañando las trampas de la alienación para enterrar los viejos esquemas y vicios de la sociedad capitalista que está muriendo.

· La canción debe ir más allá de la consigna y de la propaganda electoral o institucional, sin negar su importancia en estos aspectos, la canción debe cumplir su papel en cuanto a la desalienación capitalista, la formación política o ideológica, la exaltación de la moral revolucionaria que se traduzca en incentivos organizativos como parte de la educación o conformación de la conciencia revolucionaria en conjunto con otros elementos de la práctica y la convivencia diaria del pueblo en revolución.

TAREAS PARA YA:

· Reimpulsar la canción revolucionaria por la construcción del socialismo como única alternativa del planeta.

· Propulsar la canción necesaria desalienante como parte de la formación política o ideológica y la exaltación de la moral revolucionaria.

· Incentivar mediante la canción, la organización del pueblo a partir de la educación o conformación de la conciencia revolucionaria.

· Promover la canción de nuestra cultura nacional y ancestral la cual en si misma es revolucionaria en lo que respecta a la identidad de la patria e incluso en muchos contenidos que exaltan nuestra memoria histórica, trágica y libertaria, junto a nuestros valores como pueblo de los cuales debemos desentrañar nuestras miserias y virtudes.

· Asumir la producción y difusión del material que hasta ahora tenemos. Realizar con este objeto una investigación minuciosa con respecto a las canciones con las que contamos como patrimonio revolucionario, seleccionarlas y difundirlas. Nosotros contamos con un patrimonio musical y poético importante que constituirían al fortalecimiento emotivo y conceptual del proceso revolucionario, desde nuestro indiscutible Alí Primera hasta Don Pío Alvarado, José Romero Bello y tantos más o tantas más, expresiones colectivas y personales, anónimas o conocidas, de las cuales, aunque tal vez no en su totalidad, se pueden ubicar composiciones acordes con el proyecto revolucionario del pueblo.

· Incentivar la creación constante.

· Conformar un batallón de promotores en todo el país visitando radio por radio, programa por programa o en su defecto una distribuidora del material discográfico en conjunto con Conatel, Ministerio para el poder popular de la comunicación e información y las redes existentes con este fin.

· Lanzar una ofensiva comunicacional con la canción contra la desinformación, la manipulación, la mentira mediática contrarrevolucionaria, el consumismo,... y en general contra la cultura capitalista.

· Relacionar el movimiento de cantores con los movimientos sociales a través del debate, foros canción, conversatorios, organización de actividades, entre otros métodos que afloren colectivamente para ello.

· Incentivar encuentros permanentes de cantores para la discusión y formación de los mismos. Así la canción no será producto exclusivo de la elaboración individual y se asumirá como un colectivo, sin negar la autoría, pero que no desemboque en la trampa del narcisismo, el egocentrismo, el farandulismo y otras taras propias de la psicología capitalista.

· Incentivar y promover la nueva generación de cantores y contribuir a la formación de los mismos en los encuentros y otras alternativas que diseñemos con ese objeto.

· Coordinar la canción necesaria a la par de una ofensiva general del movimiento cultural revolucionario: la poesía, el teatro de calle, sala y patio, el cine, el documental, la pantomima, la pintura, el mural, la artesanía, el periódico, el humor (es inaudito que un pueblo tan jodedor como somos nosotros no aprovechemos ese recurso, ni siquiera contamos con un buen programa humorístico en nuestras televisoras)… y todo aquello que contribuya a una disposición emotiva para la transformación social.

· Desarrollar las actividades del movimiento de la canción necesaria todo el año mediante la organización de los propios cantores quienes deben definir su metodología y su concepto.

· Realizar Encuentros Nacionales e Internacionales de la Canción Necesaria. En el mismo incluir no sólo a cantores sino también músicos, poetas y afines para discutir el papel de la canción y del arte en tiempos de revolución bolivariana en donde además de definir el rumbo contribuyan a la organización y coherencia de las tareas.

· Contribuir a la integración de los pueblos mediante el intercambio permanente.

· Realizar Giras Nacionales e Internacionales de la Canción Necesaria. En lo nacional, con el objeto de promover nuestra cohesión organizativa y revolucionaria como pueblo en el país para lo cual debe estar conectado en la idea y organización el PSUV en un todo desde su dirección nacional, regional, municipal, patrullas, además de los consejos comunales y otras organizaciones conectadas en la idea. En lo internacional, la divulgación de el proceso revolucionario venezolano, contribuir a la integración latinoamericana y de los pueblos en general como parte del espíritu unitario de la propuesta de la alternativa bolivariana de los pueblos (ALBA).

1 comentario:

  1. Buena razon de seguir cantando14 de octubre de 2009, 14:56

    La lectura del presente articulo me lleva a los años setenta despues del triunfo Sandinista. Aqui en Suecia muchos cantores de izquierda interpretaron, en Castellano, canciones Revolucionarias de lucha y prosandinistas y pro de la lucha en Nicaragua. Eran autores Suecos con simpatias Centro y Suramericanas ya que en esa epoca llegaban refugiados politicos de Uruguay y Chile.
    A pesar de que ya habia oido a interpretes Cubanos y Cubanas que daban su aporte por la lucha Social en nuestra Suramerica. Aqui quiero nombrar algunos: Pierre Ström, Jan Hamarlund, Peter Lindgren, "La gorda", entre varios.

    Yo insisto que el escribente tiene mucha razon en catalogizar la cancion como un medio de llegar a las masas en su afan de conseguir el Socialoismo del siglo XXI.

    "Pa`lante como el cangrego"

    Oscar Gomez-Denis
    oscar.gomez@vansterpartiet.se

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