La irreverencia farandulera es atractiva
pero no es revolucionaria.
Presuntamente yo iba a cantar en
En lo que a mi respecta el problema no es el requetón ni el rock ni cualquier otro ritmo, sino las formas y los contenidos alienantes que a partir de ellos se trasmitan. No veo la diferencia entre un requetón donde se denigre de la mujer o se irrespete a la gente y una canción llanera donde se haga lo mismo que bastante las hay. No veo la diferencia entre esos grupos sin ninguna propuesta estética más allá del ruido, con su indumentaria estrafalaria que termina poniéndose de moda beneficiando al mercado capitalista al estruendo de música llanera y cantadores vestidos de tejanos pegando saltos y gritando: “viva nuestro folklore”, “aplausos para la música venezolana”, cuando en ambos casos lo que está de por medio es manipular para vender un espectáculo o a un candidato. Hay una realidad innegable, aquellos llenaron
¿Qué habían unas mujeres meneando el culo?, nosotros también lo hacemos en los golpes de tambor, pero es diferente un baile colectivo a cuando se utiliza un baile erótico como sugestión para venderte algo. Desde una canción hasta un cepillo de dientes, eso es prostitución. ¿Qué se dijeron groserías?, ah bueno pues, ese no es el peo, nosotros tenemos una legislación pacata y ridícula que prohíbe que se diga coño o mierda o cuca en radio o televisión como que si las palabras en si mismas insultan, irrespeto es que un mamagüevo te diga arriba de una tarima “qué canten los estúpidos”, “yo soy el raspa culo”, “aquel cabrón de esa mesa”…y lo triste que un público ría y celebre esa güevoná. ¿Qué es lo que pasa?
Recuerdo que Eduardo Ramirez cuando miraba esas cosas o escuchaba alguno hablando de sus andanzas con Alí Primera, decía con arrechera: “mierda ahora todo el mundo fue amigo de Alí” o con tristeza: “pobrecito Alí”. Alí es del manejo público y como está profundamente arraigado en el pueblo, en su nombre se hace todo. Se utiliza pa lo que sea. Es como Dios, qué político va andar diciendo que Dios no existe, será pendejo, si en Dios cree todo el mundo. Ese fue uno de los pelones de bola de los intelectuales de izquierda de los sesenta que se proclamaban ateos para dárselas de más comunistas que Marx y terminaron aislados, entre otras cosas. Por compartir los mismos sueños me encontré y me une una franca amistad con Los Guaraguaos, Carlos Ruiz, sigo amando al Gordo Páez donde se encuentre, el Grupo Ahora a los cuales aprecio y fui bastante amigo de su cantor fundador Eduardo. Por qué digo esto, porque yo no conocí a Alí Primera, pero conozco sus cuentos y de alguna manera uno está al tanto de su comportamiento debido a su conocida trayectoria. Alí estaba consciente de la alienación del pueblo, le cantó y creía en el pueblo, aunque el pueblo seguía votando por AD y COPEI. Sin embargo, no por eso se iba a presentar en Sábado Sensacional y oportunidades tuvo. Incluso, respetó cuando algunos compañeros se presentaban en televisión. Tenía amigos en la “farándula” y si alguno de ellos, el cual consideraba que era rescatable, accedía presentarse en los tantos eventos de solidaridad con los pueblos que montó, lo aceptaba. Pero ese artista venía a un acto político con un concepto revolucionario, ahora, al revés, él no lo hacía ni puel carajo. Alí podía traerse a Simón Díaz a un acto nuestro, pero si éste, quien ha cantado por dinero donde sea y con quien sea, participaba en un evento de Acción Democrática, no se iba a cantar con él. ¿Qué ha pasado entonces? ¿Estamos derrotados? ¿La verga es: si no puedes vencerlos úneteles? ¿A qué se debe eso? Hay un público, hay una buena parte de la población que comparte esos gustos musicales. Es lógico que los compartan, nosotros estamos en el capitalismo y queremos ir al socialismo. Tenemos 10 años en esa pelea, coño, pero hay unos compas en el gobierno que al parecer prefieren administrar el capitalismo en vez de financiar la revolución. Estamos hablando de un concierto camaradas, pero aquí venimos diciendo hace tiempo “guerra al latifundio” y en los campos venezolanos se cuentan más de 200 campesinos asesinados, venimos hablando de fortalecer los consejos comunales y los gobernadores y alcaldes siguen siendo “reyezuelos” que se llevan la mayor tajada. ¿Cuántas fábricas socialistas tenemos? ¿Socialismo es barrio adentro y las misiones? Que yo sepa esas son reivindicaciones. Una revolución si no toca el aparato productivo no es socialista. Una revolución si no se plantea dialécticamente a la par de los cambios en la estructura económica las transformaciones en la cultura, no es socialista, a lo sumo llegará al reformismo, pero no al socialismo.
Ese coñazo e gente que asistió y disfrutó el concierto de
Vamos a ser pragmáticos entonces. Si actuamos en función de lo que le gusta a la gente y el gusto como todos sabemos se impone mediáticamente, ¿por qué contando con el gobierno, un ministerio de cultura, un ministerio de comunicación, varias televisoras y radios no hemos incidido en el gusto de las mayorías? ¿Por qué no determinamos la pauta musical de este país? Bueno, pero es que ni siquiera competimos teniendo los recursos para ello, estamos enajenados por completo y no se hace nada para repeler esa arremetida ideológica ¿Qué hacemos, a qué conjuro, a que trampa debemos recurrir? ¿Hasta cuándo “jalamos bola” y apelamos a distintas vías para difundir un disco o para participar en un evento, tal como este camarada que trato a capa y espada de que yo cantara en ese concierto, debido a que no hay una política en ese sentido? ¿La salida es individual? Los camaradas de Dame Pa Matala presentaban su disco en
Pero sigamos con
Lo cierto, camaradas, es que si a este país lo agarra la oposición aquí va a correr la mierda con sangre. Esta oportunidad que tenemos hoy no volverá en 100 años si es que queda planeta. Por tanto debemos insistir en la crítica y la autocrítica, pero no para devolvernos, sino para radicalizar la idea (otra trampa con el lenguaje en la que caen algunos compatriotas es llamar radical a la extrema derecha, ¡qué vaina es esa!, aquí los radicales somos nosotros). ¿Y quiénes van a radicalizar la idea, el enemigo infiltrado en el gobierno, los pequeños burgueses que adrede o por incapacidad, creyendo que se la están comiendo, montan espectáculos de esa naturaleza, los que consideran que a este pueblo lo que hay es que darle “pan y circo”? Eso se cae por su propio peso. Sin formación política, sin conciencia ni convicción revolucionaria, sin profundizar más allá de los llamados del estómago, esto no se sostendrá por mucho tiempo. Los niveles de esperanza han tenido como fundamento el ideal capitalista. Los enemigos del proceso dentro y fuera de la revolución están claros en sus acciones. Debemos precisarlos y combatirlos, pero también a los reformistas que no quieren socialismo un carajo, esos desean es un capitalismo “chévere” que les permita mantener sus cuotas de poder en base a permitir unas cuantas limosnas al pueblo. “Un juguete para los simpáticos niños del páramo”. Chávez sigue moviendo ese intrincado ajedrez. Hasta ahora ha jugado bien. De nosotros depende la victoria o la derrota.