Del despecho a la alegría - Blog de Gino González

miércoles, 13 de mayo de 2009

¿Cuál es nuestra miseria?

Un profesor, el cual por cierto ocupa un cargo importante en una Zona Educativa del país en nuestra Revolución Bolivariana, recordando su niñez hablaba: “yo viví en la miseria, en la casa a veces lo que se comía era arepa con sardina”. Otro profesor amigo le replicó: “¿Y eso es miseria, chico? Miseria es una sopa sin manteca, ni aliño ni verdura de pura concha de arepa quemá”.

De miseria en miseria hemos vivido, no hay diferencia entre el rancho del caserío al del barrio de la ciudad, a no ser por las enfermedades que se distinguen según el espacio junto a los hábitos de vida y de consumo. El progreso de la gran industria nos plantea la paradoja de que sí anteriormente la gente moría a consecuencia de epidemias que en la actualidad cualquiera se cura por sí mismo adquiriendo el remedio en la farmacia, hoy igual morimos, a pesar de los avances médicos, los cuales se han convertido en el negocio del siglo, agobiados por el cáncer, trastornos cardiovasculares, asesinatos y accidentes de tránsito; secuelas de una sociedad que lo que le interesa es vender y no la salud de nadie.

No recuerdo y a lo mejor ni lo supe nunca, cual filosofía relaciona los comportamientos sociales con la dinámica de la propia naturaleza como naturaleza que somos, pero de que si me atrevo mediante una observación de nosotros mismos como gente, es que la naturaleza es comunista. Fíjese en este caso, el hambre atrofia, pero el exceso también. El hambre y el trabajo excesivo te conduce a la desnutrición y al raquitismo, pero el exceso de alimentos junto al sedentarismo te conduce a la obesidad y también la muerte. Nadie puede consumir más allá de lo que necesita y nadie puede dar más allá de su capacidad. Aquí radica la comprensión más tierna y sublime del pensamiento marxista: “De cada quien según su capacidad y de cada quien según su necesidad”.

Nuestra miseria la medimos en relación a la opulencia del otro. No es fácil exigir conformidad cuando se te restrega en la cara la acumulación extrema del burgués. Cuando no vivamos por hambre, cuando estudiemos por el conocimiento y no por una profesión para ganarnos la vida, cuando el trabajo deje de ser una maldición porque vemos que sólo enriquecemos a otros, cuando comprendamos que no podremos jamás ponernos 40 pantalones al mismo tiempo, cuando nos reconciliemos con la olores naturales del cuerpo y comprendamos que no hacen falta perfúmenes, ni ropajes ni joyas para el amor, cuando sepas que no hace falta competir, cuando nos comprendamos mortales al igual que el prójimo, llámese árbol, piedra, sapo o gente, cuando comprendamos que todos somos importantes, desde el conuquero, el albañil y el médico, cuando la muerte no sea el juez único que administra la justicia con equidad ser y cuando ni siquiera la eternidad te de el derecho de acumular todo los bienes de consumo para ti ante la mirada hambrienta del resto. Cuando ya no nos saquemos las espinas que nos hirieron en la vida para enterrarlas en otro, sino para tirarlas a la orilla del camino y se conviertan en abono desprovistas de toda culpa. Ese día desnudaremos la miseria al máximo y comprenderemos su fragilidad porque la miseria no se desnudara sola y aunque nos duela por los grados de contaminación que hemos adquirido tendremos que arrancarle la ropa a jirones.

2 comentarios:

  1. Camarada ayer ley un pensamiento del escritor premio nobel de literatura el decía “ el día que la mierda valga plata los pobres nacerían sin culo. Puede sonar grosero esto pero si se analiza tiene su sentido. Pareciera que los pobres estuvieran destinados a ser siempre pobres hasta por gracia divina.
    Indudablemente la pobreza no se puede medir solamente desde el punto de vista material hay muchos pobres que a pesar de no tener dinero tienen la riqueza. Como son la dignidad. Eso no se compra con dinero.
    Aquel que es capaz de pensar que el dinero lo es todo es capaz de hacer todo por dinero.
    Att Julio Ramos

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  2. Estimado Gino:
    Le escribo desde Chile, por donde supe que estuvo hace alguntiempo y dejo algún CD por ahí que vino a dar a mi casa.
    Le escribo acá porque no encontré otro sitio para manifestarle mi gratitud por su musica que me ha hecho pasar muy buenos ratos difrutando del Joropo, cosa que no sospechava.
    Es que bien melodico es pero sus letras son las que le dan el cuerpo a la cuestión. Usted, sospecho, lo tiene muy claro ya que tiene "versación hasta pa escribir un libro" jajaj.

    Bueno le mando un abrazo.

    Bernardo Cabezas.

    PD: si sabe de como puedo conseguir algo de su musica, o si viene por estos lados le agradecería me avisara

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